11 agosto 2005

Jonás Que tendrás...

La clase de historia de Marco.

(Actúa como un payaso frente a la clase. Saca de una maleta de cartón una tabla, un cuchillo y una morcilla larga y un metrónomo)
-Quién quiere cortar morcilla al ritmo del metrónomo?
(Un alumno se levanta. Corta la morcilla al ritmo del metronomo. La clase carcajea)
-Son trozos de historia. ¿Cómo podemos llamarlos?¿Horas, décadas, siglos? Siempre lo mismo, no para. Comemos morcilla con puré de manzana. ¿El tiempo es morcilla? Eso pensaba Darwin aunque la carne cambiaba de una parte a otra. Marx creyó que un día dejaríamos de comer morcilla. Einstein y Planck le quitaron la piel dejándola informe. ¿De qué están hechos los pliegues del tiempo?
Las sociedades agrícolas creían que el tiempo eran ciclos, estaciones. Cada solsticio contenía el mismo momento. El hombre envejecia, pero porque se gastaba. Era el combustible necesario para las estaciones. El capitalismo traerá la idea del tiempo-autopista. La autopista del sol, del progreso. Con el progreso los conquistadores no ganan una batalla, han sido escogidos y designados por ser intrinsecamente superiores. Esa superioridad debía atravesar siglos. Lo transformó en sacacorchos cuya punta eran los conquistadores. Abrieron una tras otras las botellas de las culturas inferiores, bebieron, hasta saciar su sed y tiraron las botellas hasta romperlas. Era una nueva forma de violencia. La flecha y la espada ya habían matado, pero ahora mataba el veredicto de la Historia, la de los conquistadores, claro. Y un miedo nuevo invadió a los conquistadores: el miedo al pasado, el miedo a las botellas rotas. Si el pasado alcanzase a los conquistadores tendrían tan poca compasión como tuvieron ellos. En el siglo XIX ese miedo se convirtió en ley científica, el tiempo se conviertió en una recta. Era una carretera de aterradora abstracción, pero las abstracciones no se vengan. Los pensadores del siglo XIX escogieronel miedo al pensamiento y eliminaron el miedo al salvaje y a sus flechas, Rosseau. Sus carreteras tenían mojones perfectamente regulares. Millones de años divididos en eras, en fechas, en días y en horas de trabajo fichables, en una máquina de fichas.
(...)
-Y por fin, hoy se derrumbra la autopista del capitalismo por razones que no caben en un trozo de morcilla que dura la clase. Una bellota ya contiene la forma de la encina. lo que son está decidido cuando la concibieron. No soy determinista, pero su primera célula contenía un mensaje que leen ahora. Hay cosas que agujerean el tiempo, y por los agujeros alineados cabe una brocheta.
(dibuja en la pizarra /\/\/\/\/\ y las atraviesa con una recta) El tiempo se dobla y el Tiempo. ¿Por qué nadie es profeta en su tierra? Los profetas solo alcanzan la mitad, la mitad del tiempo. Nadie comprendió a Diderot hasta que toda una generación tratara a Freud de monstruo. Era necesario atravesar el agujero. Los profetas miran el futuro. los historiadores usan los mismos agujeros hechos por Rosseau para entender y explicar el siglo XVIII.

3 comentarios:

garcía argüez dijo...

esto e güeníjino
de dónde ha salido?

David Monthiel dijo...

Es la transcripción de una parte del guión de Jonás que tendrás 25 años en el 2000, película mítica del 68 de Alain Tanner y guión de Tanner y John Berger.

David Monthiel dijo...

Publicidad en los comentarios? dios