25 julio 2005

La MeTEmorfosis


Una mañana un parado se despertó convertido en una bolsita de té. Por un instante se estremeció. ¿Qué sería de su vida? ¿Cómo encontraría trabajo con aquel aspecto? Con un arrojo admirable, el hombre resolvió asumir su nuevo estado. Se le habrían las puertas del mercado laboral: se convertiría en la mascota oficial de una marca de Té. Sería famoso. Haría fortuna.
Su mujer le avisó de que el desayuno estaba preparado. El vapor salía del baño como cada mañana. Un líquido espeso y oscuro se derramaba de la bañera. Desde la cocina, su mujer recibió el delicioso aroma de Twinings que el té expiraba.

2 comentarios:

garcía argüez dijo...

magnífico magnífico magnífico

David Monthiel dijo...

jajajaja el relatismo breve. un abrazo